Evo tensa a la Oposición con el traslado de la Capital

Evo tensa a la oposición con el traslado de la capital


Una iniciativa para cambiar la sede de gobierno de La Paz a Sucre toma cuerpo y amenaza con encrespar el debate político en la Asamblea Constituyente boliviana.


El concejal alteño Roberto de la Cruz calificó el traslado como "inviable"

"No es un tema político, es una reivindicación histórica de nuestra región", dijo a la agencia de noticias AP el presidente del Comité Cívico de Chuquisaca, Jhon Cava.

El comité busca apoyo de otras regiones para trasladar la sede el Ejecutivo y Legislativo a la ciudad Sucre, considerada la capital histórica de Bolivia, distante 380 kilómetros al sur de La Paz.

Las sedes del Ejecutivo y Legislativo fueron trasladadas a La Paz tras una guerra civil en 1899, motivada por intereses políticos y económicos cuando el sur dejó de ser un eje económico por el declive de la minería.

Pero los líderes del departamento de Chuquisaca, cuya capital es Sucre, vieron la oportunidad de declarar el retorno de los poderes a esa ciudad colonial dentro de la nueva Constitución que debe proponer la Asamblea Constituyente.

La iniciativa ha despertado simpatías en otras regiones, pero ha provocado advertencias de líderes de La Paz y El Alto, que se oponen al cambio.

El concejal alteño Roberto de la Cruz calificó el traslado como "económicamente inviable" y advirtió que defenderán en las calles "los intereses paceños".

"Cuando hay tanta pobreza no se puede pensar en trasladar los poderes porque costaría al menos 5.000 millones de dólares", dijo el edil.

El gobierno no ha tomado partido y hasta la propia bancada oficialista que es mayoritaria en la Asamblea tiene posiciones confrontadas.

El empresario y asambleísta de oposición Samuel Doria Medina opinó que el traslado de la sede de gobierno obligaría a construir un nuevo aeropuerto en Sucre y a trasladar los ministerios, embajadas y oficinas de los organismos internacionales.

"En el corto tiempo lo veo inviable", dijo.

Los temas que no logren dos tercios de voto en la asamblea irán a un referéndum y este podría ser uno de ellos, dijo Edgar Arraya, asambleísta del oficialismo. El gobierno y el partido oficialista tendrán que asumir una postura llegado el momento, señaló Arraya, defensor del cambio de sede.

En su nueva constitución que deberá ser refrendada en un referéndum, Bolivia tendrá también un régimen de autonomías para sus nueve regiones pero hay grandes disputas entre el gobierno y la oposición por definir los alcances y competencias del mismo.

El oficialismo plantea que las autonomías lleguen hasta los pueblos indígenas.

En cuatro de los nueve departamentos ganó la opción del "sí" mientras en cinco ganó el "no" en un referéndum sobre autonomías celebrado el año pasado. Regiones del oriente y del sur que son las más ricas en recursos naturales reclaman desde hace años un gobierno regional propio para romper con el centralismo de La Paz.


Fuente: 17 de marzo de 2007 (AP,eg)

Ciudades planificadas desde cero

Mis ladrillos


La construcción de la ciudad de Dubai es, probablemente, el proyecto arquitectónico más ambicioso, colosal y megalómano desde las pirámides. Costará miles de millones de dólares, tendrá un conjunto de islas artificiales con forma de planisferio y barrios con forma de palmeras que se verán desde la luna, hoteles submarinos de ocho estrellas, montañas giratorias, nieve en el desierto, edificios con forma de piezas de ajedrez, y está siendo construido contra reloj por miles de obreros en condiciones miserables. Pero entre aquellas pirámides de los faraones y esta ciudad del sheik Al Maktoun hubo otras ciudades planeadas hasta su último detalle por arquitectos, visionarios y líderes nacionales. Estas son las más extrañas y representativas.

Por Mariana Enriquez


1.Dubai, Emiratos Arabes Unidos



El mundo quizá no haya visto un proyecto de ciudad más ambicioso que el de Dubai. Una verdadera locura constructora, proyectos entre ridículos y surrealistas: ya la llaman “ciudad en ácido” o “la capital de los hongos”. La referencia lisérgica no es exagerada: Dubai parece un sueño megalómano hecho realidad —y quizá lo sea—. La política internacional dice, con su habitual sequedad, que Dubai pretende ser la capital moderna del mundo árabe —en un intento de dejar atrás la imagen de oscurantismo que le impone Occidente— y el centro financiero y tecnológico de Medio Oriente, en la ruta de tránsito del mayor capital mundial, en competencia con los puertos de Singapur y Hong Kong. Pero los proyectos vertiginosos van más allá; parecen los caprichos de un imaginativo niñito rico.

La costa de Dubai alberga construcciones que costarán, cuando finalicen, 100 mil millones de dólares, una cifra inasible e inimaginable. Incluyen The World (El Mundo), 300 islas artificiales ubicadas en forma de planisferio, hechas de arena (cada una cuesta 30 millones, y eso sin contar lo que costará hacerlas habitables). Se verá, afirman, desde el espacio. También serán visibles desde la luna las tres Palmeras, penínsulas artificiales con complejos hoteleros en las que trabajan siete millones de personas que deben ser transportadas cada mañana por barco para no provocar embotellamientos en un tránsito ya imposible (un trayecto de diez minutos en circunstancias normales dura una hora en la locura de Dubai, porque todas las calles están ocupadas por grúas y ladrillos y concreto y arena y obreros).

Pero ésos son sólo los proyectos más famosos. El resto es igualmente alucinante. Habrá un hotel Giorgio Armani y un Palacio Versace; ya funciona el shopping más grande del mundo; el hotel submarino –ocho estrellas– tendrá un costo total de 500 millones cuando esté terminado; el edificio más alto del mundo, el Burj Dubai, de 800 metros de altura, costará 800 millones. Quizás el emprendimiento más fabuloso sea el resort de ski interno, ubicado al sur de la ciudad, con nieve real y su propio sol negro (recordemos que en Dubai las temperaturas de verano ascienden a 49 grados). Y ya se planea otro resort, más exclusivo y complejo, con su propia montaña nevada... giratoria.

Seguramente la Ciudad Ajedrez derrumbará varias mandíbulas. El costo sideral se ignora, pero según los planos serán 32 torres de 64 pisos, cada una en forma de una pieza de ajedrez: edificios reinas, peones, alfiles, torres, en blanco y negro. Serán carísimos los departamentos en el edificio Big Ben, con la forma del célebre reloj londinense, pero de sólo sesenta pisos. Por supuesto, habrá una Silicon Dubai para las compañías informáticas (costo: 1700 millones); también una suerte de Mundo Marino llamado Atlantis, que costará 600 millones e incluirá natación con delfines. Y al este, la Ciudad de las Flores, la ciudad de la Salud, una Zona Libre Humanitaria... y la ampliación del aeropuerto, ya gigantesco, que costará 4 mil millones de dólares. Está claro que en este delirio un solo aeropuerto no es suficiente: ya se está construyendo uno nuevo en la costa, que tendrá capacidad para un tránsito de 120 millones de pasajeros.

Y todo esto sin contar la Disneylandia árabe, llamada Dubailand, que empleará a 300.000 personas, tendrá el tamaño de Mónaco, costará 4500 millones de dólares y recibirá a 120 millones de visitantes.

El artífice de esta fiebre es el sheik Mohammed bin Rashid al Maktoun, que gobierna Emiratos desde enero de 2006. Su idea: una ciudad como organismo, con el mejor nivel de vida del mundo, la primera metrópolis ultramoderna árabe. Una metrópolis que, claro, tiene su lado oscuro. Además de albergar un quinto de las grúas existentes en el mundo, Dubai es el hogar temporal de 250.000 trabajadores, la mayoría oriundos de India y Pakistán. Se les paga 100 dólares por mes, viven en campamentos —cuatro personas por habitación— y lejos de la ciudad, en los galpones industriales de Quaz. Las denuncias acerca de las condiciones de trabajo son constantes: en 2006 murieron 39 trabajadores, sólo por caídas, y las leyes racistas de Dubai no proveen salud gratuita para quien no sea nativo. Ninguno de los constructores podrá comprar una parcela de tierra, también exclusiva para los nacionalizados, ni tendrá una ínfima tajada de este despliegue de dinero y poder.


2.Brasilia, Brasil

Cuando se inauguró el 21 de abril de 1960, sus primeros pobladores deben haber sentido que se trataba de una ciudad de otro planeta –así de extraña, hermosa y desconcertante es la visión que plasmaron Lucio Costa (plano de la ciudad), Oscar Niemeyer (arquitecto encargado de los edificios principales) y Roberto Burle Marx (paisajista). Desde la constitución republicana de 1891 existía la idea de mover la capital Río de Janeiro al interior; así, para terminar con la disputa de poder entre la ciudad carioca y la pujante San Pablo, se ideó Brasilia, impulsada por el presidente Juscelino Kubitschek.

La base tiene forma de avión, que apunta al sudeste –aunque Lucio Costa siempre insistió en que se trataba en realidad de una mariposa–. Como sea, la Plaza de los Tres Poderes, donde está la sede de gobierno, equivale a la cabina de ese avión imaginario, mientras el fuselaje sería la amplia avenida Explanada de los Ministerios, donde se ubica todo el resto de la administración pública, con edificios idénticos de nueve pisos cada uno. La parte trasera del avión estaría constituida por los edificios de la administración local, entre ellos el Palacio Buriti, sede del Distrito Federal. Las alas son las supercuadras, áreas de 11 edificios de seis pisos cada uno, donde se mezclan viviendas y comercios.

Brasilia tiene demasiados edificios destacables y sorprendentes. Pero, por nombrar, se puede decir que el interior del Santuario de Don Bosco, con sus vidrios en diferentes tonos de azul y un candelabro con 7400 piezas de cristal de Murano, ofrece lo más parecido a flotar por un cielo del atardecer; y el templo de la Legión de la Buena Voluntad, una pirámide abierta las 24 horas con piso de concreto en espiral, debe ser uno de los lugares más psicodélicos del mundo.

Brasilia es la única ciudad construida en el siglo XX que la Unesco consideró Patrimonio de la Humanidad.


3.La Plata, Argentina

La capital de la provincia de Buenos Aires es un ejemplo del urbanismo y el ambientalismo del siglo XIX, fundada por el gobernador Dardo Rocha y diseñada por el arquitecto Pedro Benoit. La cuadrícula es estricta: las dos diagonales más importantes, 73 y 74, cruzan la ciudad de Norte a Sur y de Este a Oeste; la convergencia entre ambas se produce en la Plaza Moreno, donde se ubica la “piedra fundamental” de la ciudad (plantada el día de la fundación) y se enfrentan la Municipalidad y la Catedral, de estilo neogótico e involuntario ladrillo a la vista —falta completarla y las torres recién pudieron terminarse en 1999—. Cada seis calles se ubica una avenida, y en cada intersección de avenidas, uno de sus 23 parques y plazas, incluido el Paseo del Bosque.

La Plata, además de estar poblada de tilos y jacarandás (y de albergar la extrañísima República de los Niños, que habría inspirado a Walt Disney para la creación de Disneylandia), es objeto de varias teorías esotéricas. El motivo: tanto Dardo Rocha como Pedro Benoit eran masones, de las logias Constancia Nº 7 y Consuelo del Infortunio Nº 3 respectivamente. Eduardo Sebastianelli, uno de los estudiosos de la ciudad, dice: “El plano de La Plata esconde más cosas de las que se pueden observar a simple vista. En él, Benoit y sus allegados han situado todo su conocimiento de la geometría sagrada”.

Algunos observadores creen que las diagonales 79 y 80, alineadas con las 73 y 74, forman la escuadra que en masonería simboliza la moralidad, la lealtad y la honestidad. La diagonal 77 junto a la 78 arman el compás (la virtud), que cruzado con la espada conforma el símbolo masónico. Pero otros, como Sebastianelli, creen que esta figura sólo es producto de la imaginación o la casualidad: lo importante, dicen, es que el perímetro de la ciudad dividido por la extensión de cualquiera de sus diagonales da 3,1416, es decir el número pi, que siempre estaría presente en la arquitectura sagrada.



4.Zlin, República Checa


El artífice de la ciudad fue Tomas Bata, dueño de una fábrica de zapatos fundada en 1894 que abastecía al ejército austro-húngaro en la Primera Guerra Mundial. Tan extraordinario fue el éxito de la empresa que Bata se decidió a desarrollar una ciudad a su alrededor; entre 1923 y su muerte en 1932 fue intendente de Zlin y se dedicó al proyecto que originalmente iba a ser una de las “ciudades jardín” del inglés Ebenezer Howard (fundador del movimiento Garden City en 1892). Pero el plan urbano, adaptado a las necesidades de la compañía y la expansión demográfica de sus trabajadores, quedó en manos de Frantisek Lydia Gabura, estudiante del atelier de Le Corbusier en París. El tema central de esta ciudad ejemplo del constructivismo fue la derivación de todos los elementos arquitectónicos de los edificios fabriles: la posición central de la producción industrial en la vida de los habitantes debía ser resaltada y por eso se usaron ladrillos rojos, vidrio y concreto para la construcción de los edificios públicos y casi todos los privados. La idea era única: una ciudad-jardín e industrial al mismo tiempo. A Le Corbusier se le propuso diseñar los suburbios, pero su participación no pudo concretarse. En su momento, Zlin tuvo el cine más grande de Europa (2580 asientos) y sigue conservando el edificio más alto de República Checa, el rascacielos Bata (77,5 m), que hoy es sede del gobierno regional.

El hijo de Tomas Bata, también llamado Tomas, fue forzado a irse de Zlin por los nazis en 1939, y después de la guerra tuvo que abandonar el país definitivamente, cuando la compañía quedó nacionalizada. Finalmente se instaló en Canadá, donde fundó otra ciudad modelo llamada Batawa.


5.Islamabad, Pakistán


Fue construida en los años ’60 para reemplazar como capital a la ciudad de Karachi. El plan maestro lo diseñó la firma de arquitectos griegos Doxiadis Associates: tiene forma triangular, con una de las puntas direccionada hacia las impactantes colinas de Margala. Es la ciudad más verde de Asia, con un parque nacional que alberga a los leopardos de Margala, en extinción; está dividida en ocho sectores independientes (el diplomático, el educativo, el industrial, etc.), cada uno con su propio sector comercial y parque; la arquitectura refleja la tensión entre la modernidad y la tradición, según los diseñadores, propia del mundo musulmán. Y alberga la mezquita del rey Faisal, una de las más célebres y fabulosas del mundo.


6.Chandigarh, India



Cuando en 1947 se realizó la partición de la India británica en India y Pakistán, el estado de Punjab necesitó una nueva capital para reemplazar a Lahore, que quedó del lado paquistaní. Entonces el primer presidente independiente de la India, Jawaharlal Nehru, decidió encarar la construcción de una nueva ciudad que demostrara el progreso y la grandeza del país como nación moderna. El primer diseño se le comisionó al arquitecto estadounidense Albert Mayer, que trabajaba con el polaco Matthew Nowicki. Cuando éste falleció, ingresó al proyecto Le Corbusier. Su plan aplicaba los principios de la ciudad modernista en términos de división de funciones urbanas, de diseño antropomórfico y con una clara red de calles y

sendas peatonales. Los edificios de la ciudad están caracterizados por la elección de “materiales honestos”, ladrillo rojo, concreto, con estructuras geométricas y superficies crudas e incompletas, entre parques y jardines. Chandigarh está dividida en sectores —del 1 al 47; el sector 13 no existe porque Le Corbusier era supersticioso— y cada uno es una unidad independiente con sus propios mercados, templos, centros comerciales y escuelas; además, todos están ubicados a una distancia menor de diez minutos, caminando. Hoy Chandigarh, una de las ciudades más desarrolladas de India —con un porcentaje de 97% de alfabetización—, conserva la mayor cantidad de edificios diseñados por Le Corbusier en el mundo.


7.Putrajaya, Malasia


Es la ciudad más joven del mundo, fundada en 1995, y funciona como el centro administrativo federal de Malasia; la intención fue tratar de descongestionar la superpoblada Kuala Lumpur, que de todos modos sigue siendo la capital nacional y legislativa. Queda en el medio del llamado Súper Corredor Multimedia malayo, una zona designada por el gobierno para introducir al país en la “era del conocimiento y la información”. La idea es atraer a compañías e inversionistas internacionales con bajos impuestos, ultraveloz acceso a Internet y cercanía al aeropuerto internacional; tiene aproximadamente unos 15 x 50 km2 y la otra ciudad fundamental del área es Cyberjaya, la Silicon Valley de Malasia. Putrajaya también es considerada una “ciberciudad” inteligente, y la primera ciudad-jardín informatizada del mundo.

Su edificio más impresionante es la mezquita flotante de Putra, una de las mayores del mundo que tiene sector VIP, está construida en granito color rosado y puede albergar hasta 15.000 personas. Un 40 por ciento de su territorio consiste en espacios verdes, con un lago artificial 13 jardines y tecnología “ecointeligente”, desde la irrigación hasta el seguimiento de la vida vegetal de la ciudad. Uno de sus puentes principales, el Putra, tiene 280 km de largo y dentro de sus pilares se ubican restaurantes. Su sofisticada red de información basada en la más reciente tecnología tiene como objetivo comunicaciones interdepartamentales e interacciones con los habitantes conducidas exclusivamente vía canales electrónicos y multimedia. Además, es la ciudad más accesible de Malasia vía autopistas, rutas y trenes. El costo total de la construcción fue de 8100 millones de dólares.


8.Abuja, Nigeria

En 1976, las autoridades de Nigeria decidieron mudar Lagos, la capital, hacia un lugar ubicado en el Territorio Federal, neutral; fue un intento de reducir cualquier desequilibrio regional en un país formado por varios territorios tribales. Pero el proceso fue largo. Abuja comenzó a construirse en los años ’80, pero sólo se convirtió oficialmente en la capital del país en 1991, debido a los interminables disturbios políticos de Nigeria. El plan fue desarrollado por IPA (International Planning Associates), un consorcio integrado por tres firmas estadounidenses: PRC Corporation; Wallas, McHarg, Roberts y Todd; y Archisystems. Más tarde, fue refinado por el arquitecto japonés Kenzo Tange.

Abuja está dividida en cuatro distritos: Central (zona de negocios y los tres poderes de gobierno), Garki (hoteles y bancos), Wure (el mercado) y Maitana (el barrio de la clase alta y las embajadas). La forma de medialuna de la ciudad está relacionada con la topografía —se ubica al pie de Aso Rock, un monolito de 400 metros, tallado durante siglos por la erosión del agua— y con la fe musulmana, cuyos líderes aprobaron el proyecto antes de que fuera ejecutado.


9.Yamoussoukro, Costa de Marfil


La capital de Costa de Marfil cambió de lugar cuatro veces en un siglo: Grand Bassan en 1893, Binjarville en 1900, Abdijan en 1933 y finalmente la ciudad diseñada Yamoussoukro en 1983. Era el pueblo natal y por ende el lugar en el mundo favorito del presidente Félix Houphouët-Boigny, que gobernó el país desde 1960 hasta su muerte, en 1993. Comenzó a construirla en 1964: allí erigió su costosísimo palacio presidencial y espectaculares escuelas y fundaciones con su nombre. El aeropuerto de la ciudad es uno de los dos de Africa que están preparados para recibir al Concord. Pero la perla de la ciudad del presidente –diseñada por varios arquitectos en diferentes etapas– es la basílica de Nuestra Señora de la Paz, el templo católico más grande del mundo, consagrado en 1990 al papa Juan Pablo II, que costó 300 millones de dólares.

Aunque formalmente es la capital, la mayor parte de la administración y embajadas extranjeras de Costa de Marfil permanecieron en la vital Abdiján.


10.Canberra, Australia


A principios de siglo, Sydney y Melbourne se disputaban el podio por ser capital de Australia. La decisión entonces fue salomónica: crear Canberra, ubicada a 300 y 650 kilómetros de las ciudades rivales respectivamente, y lejos del mar. La construcción comenzó en 1913, después de un largo concurso internacional. El ganador resultó ser Walter Burley Griffin, un arquitecto de Chicago muy influenciado por el movimiento inglés de las ciudades-jardín.

La ciudad incorpora elementos significativos de vegetación natural y allí se hace el encuentro de floricultura más importante del país. El centro de Canberra tiene dos ejes perpendiculares: el “eje de agua”, que se extiende junto al lago (artificial) Burley Griffin, y el eje de “tierra ceremonial”, que va desde el Parlamento hasta el monumento a los caídos, ubicado al pie del monte Ainslie. El área llamada del “triángulo parlamentario” está formada por los tres ejes restantes. Los suburbios de la ciudad deben extenderse en forma de “Y”; para controlar el desarrollo, el gobierno mantiene un rígido sistema de arrendamiento de tierras.



NOTA: Publicado en el diario Página 12, el Domingo 04 de Marzo 2007

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/radar/9-3640-2007-03-04.html

La Venezuela unitaria de Chavez

Geometría del poder

Kirchner escuchó en silencio el anuncio de Chávez: la “provincias” petroleras no recibirán regalías porque “desde el punto de vista territorial, social, poblacional, económico y político” el petróleo no pertenece provincia alguna sino “a todo el país”

La predicción tiene 28 años: “Cuando el incesante alza del combustible en el mercado mundial haga rentable la explotación de las capas bituminosas, la de esta costa del Orinoco se revelará como una de las más importantes del mundo”.

La “faja” ocupó un lugar destacado en el “número cero” de El Diario de Caracas, del cual se publicaron, en 1979, 5.000 ejemplares.

Ese “número cero” –editado para promover un periódico que estaba por nacer- fue periodismo-ficción.

Las noticias no eran reales pero sí verosímiles.

“CIUDAD BOLÍVAR SERÁ LA CAPITAL DE VENEZUELA”, rezaba el título de primera plana. El traslado de la capital –-afirmaba el diario-- facilitaría la descentralización económica.

Si bien la Constitución (1961) definía a Venezuela como un “estado federal”, en la práctica regía –al igual que en la Argentina— el centralismo.

El gobierno de la época había anunciado su intención de promover el desarrollo federal. El traslado de la capital, aunque sorprendente, no resultaba improbable.

Ciudad Bolívar es la capital del Estado Bolívar, en la rica Guayana venezolana. Según aquella “noticia”, sería la cabeza de un Distrito Federal, al cual se integraría Puerto Ordaz: el lugar donde los presidente Hugo Chávez y Néstor Kirchner se reunieron el jueves 22.

Chávez habló allí de la Guayana y sus riquezas, como si acabara de descubrirlas.
Sugirió, por otra parte, que el Estado se haría cargo de administrar ese potencial. Como si el desarrollo guayanés no hubiese sido, desde el inicio, una obra estatal.

Por último, en respuesta a un periodista bolivarense, dejó dudas sobre su vocación federal.
Todo en presencia de Kirchner.

La riqueza guayanesa. El “número cero” de El Diario de Caracas prueba que, hace tres décadas, la Guayana venezolana era el centro de un plan nacional de desarrollo:
· La represa del Guri (la segunda más grande del mundo), que en 1979 tenía una capacidad 2.4 millones de kW/h, estaba en vías de alcanzar los 8.9 millones. En 1986, la central llegó a los 10 millones. Hasta 2006, llevó el nombre del presidente que mandó a construirla: el bolivarense Raúl Leoni (1964-69), quien también impulsó la siderurgia guayanesa e hizo construir el Puente de Angostura, sobre el río Orinoco.

· La Siderúrgica del Orinoco (SIDOR), fue desarrollada por la estatal Corporación Venezolana de Guayana, creada en 1960 por el presidente Rómulo Betancourt (1959-64). La siderúrgica era propiedad del Estado, pero hasta 1975 dependió del hierro que multinacionales norteamericanas (Bethlehein Steel, U.S. Steel) explotaban en la región. En 1975, el Congreso dio al presidente Carlos Andrés Pérez (1974-79) “poderes extraordinarios” para tomar medidas económicas y --haciendo uso de tales poderes-- Pérez nacionalizó el hierro. El año en que nació El Diario de Caracas, SIDOR produjo 5 millones de toneladas de acero y derivados. Hoy es una empresa privada, que tiene por accionista mayoritario al consorcio Ternium, integrado por Hylsa (México), Siderar (Argentina) y Sidor (Venezuela). Su Nº 1 es Paolo Rocca. Su capacidad de producción (28 años más tarde) totaliza 10,8 millones de toneladas.

· La empresa mixta Aluminio del Caroní S.A. (Alcasa) era, en 1979, la mayor productora de América latina. Exportaba a Colombia, Perú, Chile y la Argentina.

· La Faja del Orinoco, como todos los recursos petroleros de Venezuela, era propiedad del Estado. En 1975, una ley promovida por Pérez había terminado con todas las concesiones a compañías extranjeras. Desde entonces, el monopolio petrolero pertenecía a la estatal Petróleos de Venezuela, S.A. (entonces llamada Petroven; hoy PDVSA).

El plan de desarrollo de los 70 también incluía un ítem que, hoy, integra la agenda de presidentes como Kirchner: el agua. El diario destacaba: “Las existencias de agua en la Guayana venezolana son inagotables. El caudal medio del Caroní es de 5.000 metros cúbicos por segundo. El del Orinoco, supera los 20.000”.


Hablando a los periodistas con Kirchner a su lado, Chávez se expresó como si él hubiese descubierto la Guayana o estuviera a punto de liberar sus fabulosos recursos; sobre todo, el petróleo de la faja.

Puso tanto énfasis en la descripción de la “nueva” riqueza, y creó tales expectativas sobre su explotación por el Estado nacional, que un representante de El Bolivarense no pudo contener la pregunta. ¿Qué le correspondería al estado Bolívar de todo eso?

En Venezuela, las “provincias” se llaman “estados”. Las “regalías petroleras” no se llaman de modo alguno, porque no existen.

De todos modos, el periodista del Bolivarense quería saber si su “provincia” recibiría “regalías” por el petróleo que se extrajera de la Faja del Orinoco.

Chávez primero divagó. Dijo que la Faja es “la más grande reserva de petróleo que se conoce en el planeta”. Recordó que “los parámetros del cuarto motor constituyente” (sic) contemplan “la nueva geometría del poder”. Criticó el “modelo administrativo que llevó a la división del país en estados, municipio y parroquias (barrios)”.

Luego, cobró fuerzas y anunció a los bolivarenses: “La Faja del Orinoco no le pertenece Bolívar, ni a Guárico, ni a Anzoátegui, ni a Monagas, ni al Delta Amacuro. Le pertenece a todo el país, desde el punto de vista territorial, social, poblacional, económico y político.

Es, por lo tanto, un bien nacional y una propiedad social”.

Kirchner, con aire distraído, escuchaba esta profesión de fe unitaria.

Como gobernador de Santa Cruz él había librado, en la Argentina, largas batallas por las regalías petroleras.

Llegó a presidir la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI).

Durante años, reclamó que, para el cálculo de las regalías, no se tomara el precio interno sino el internacional.

Cuando el precio internacional cayó, exigió que el Estado nacional indexara las regalías, según la inflación interna.

Demandó a la Nación por “regalías mal liquidadas”.

Llegó a un acuerdo con el Presidente Menem: Santa Cruz recibió las “regalías mal liquidadas” y, a cambio, Kirchner comandó el lobby parlamentario que logró la privatización de YPF. Fueron los famosos “fondos de Santa Cruz”, que terminaron en algún banco extranjero.

En la Convención Constituyente de 1994, Kirchner fue uno de los promotores del actual artículo 124 de la Constitución, según el cual “corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en sus territorios”.

El jueves 22, en Puerto Ordaz, el hoy Presidente argentino aprendió algo nuevo: aquel principio consagrado en Santa Fe obedece, al parecer, a un “criterio administrativo” que atenta contra la “solidaridad” nacional.

Con ese criterio, “solidario” fue, en la Argentina, el dictador Juan Carlos Onganía. Su “ley” 17.319 decía que “los yacimientos de hidrocarburos pertenecen al dominio inalienable e imprescriptible del Estado nacional”. Era su manera de decir que el petróleo no pertenece a Santa Cruz, ni a Chubut, ni a Mendoza, ni a Salta... Le pertenece a todos los argentinos”.

Nadie sabe cómo reaccionó Kirchner, en su fuero íntimo, ante las palabras de Chávez.

Puede ser que le hayan provocado disgusto.

O que el tránsito de Río Gallegos a Buenos Aires haya cambiado su perspectiva.
Acaso él también esté pensando en una “nueva geometría del poder”.
Si quiere inspirarse en Chávez, tendrá que esperar a que el venezolano aclare sus ideas. El mismo jueves 22 dijo: «Estamos trabajándolo y pronto estaremos ya designando la Comisión Presidencial para el Cuarto Motor Constituyente, la nueva del poder”.

No está claro cómo será esa “geometría”.

Dos cosas, sin embargo, deben tenerse por ciertas:

1. No será euclidiana.

2. No será federal.

Medio: Revista Debate
Fecha: 01 DE Marzo DE 2007
http://www.terragno.org.ar/vernota.php?id_nota=869