EFE - Buenos Aires - 18/04/1986
La decisión del presidente Raúl Alfonsín de trasladar la capital argentina de Buenos Aires a Viedma, 800 kilómetros al sur, ha recibido ya en los medios políticos las primeras fervorosas adhesiones y las más acerbas críticas.El plan, anunciado por Alfonsín el pasado martes, tiene por objeto descentralizar y modernizar la Administración y reordenar el crecimiento demográfico, objetivos que permitirán la fundación de una "Segunda República".
Mientras políticos radicales alaban el proyecto, que contribuirá, dicen, al desarrollo de la relegada zona de la Patagonia, la oposición centra sus críticas en el coste del proyecto -3.000 millones de dólares inicialmente, unos 430.000 millones de pesetas- y en la supuesta "maniobra oficial para distraer a la opinión pública" en un momento de crisis con los sindicatos. Alfonsín calificó de "enanos" a quienes dan esta interpretación y anunció que el traslado será concretado "a corto plazo". Alfonsín visitó ayer Viedma, donde fue recibido jubilosamente por los miles de habitantes de la región, que ya se sienten capitalinos.
El cambio de capital ya es una decisión política y sólo falta la aprobación del Congreso argentino. Los argumentos centrales del Gobierno son que Buenos Aires se ha convertido en una metrópoli inmanejable y centralista, que otros países han practicado esta fórmula con éxito y que es necesario fortalecer una zona en la que se han desarrollado los dos conflictos internacionales de Argentina más importantes de este siglo: el del Beagle y el de las Malvinas.
La decisión del presidente Raúl Alfonsín de trasladar la capital argentina de Buenos Aires a Viedma, 800 kilómetros al sur, ha recibido ya en los medios políticos las primeras fervorosas adhesiones y las más acerbas críticas.El plan, anunciado por Alfonsín el pasado martes, tiene por objeto descentralizar y modernizar la Administración y reordenar el crecimiento demográfico, objetivos que permitirán la fundación de una "Segunda República".
Mientras políticos radicales alaban el proyecto, que contribuirá, dicen, al desarrollo de la relegada zona de la Patagonia, la oposición centra sus críticas en el coste del proyecto -3.000 millones de dólares inicialmente, unos 430.000 millones de pesetas- y en la supuesta "maniobra oficial para distraer a la opinión pública" en un momento de crisis con los sindicatos. Alfonsín calificó de "enanos" a quienes dan esta interpretación y anunció que el traslado será concretado "a corto plazo". Alfonsín visitó ayer Viedma, donde fue recibido jubilosamente por los miles de habitantes de la región, que ya se sienten capitalinos.
El cambio de capital ya es una decisión política y sólo falta la aprobación del Congreso argentino. Los argumentos centrales del Gobierno son que Buenos Aires se ha convertido en una metrópoli inmanejable y centralista, que otros países han practicado esta fórmula con éxito y que es necesario fortalecer una zona en la que se han desarrollado los dos conflictos internacionales de Argentina más importantes de este siglo: el del Beagle y el de las Malvinas.
NOTA: Publicado en el Diario El País de España
2 comentarios:
Que lástima tener esta mentalidad tan cavernícola. Me avergüenzo por ser Argentino. El proyecto del traslado de la capital a Viedma era muy interesante. Que pena que no se tuvo el coraje político para llevarlo adelante. Que pena el egocentrismo porteño. Que pena me dan los políticos que tenemos.
A propósito del tema, los invito a leer una nota que publiqué anteayer:
http://blogs.lanacion.com.ar/archivoscopio/archivoscopio/ciudades-candidatas-a-ser-la-capital-argentina/
Se están formando grupos de Facebook pidiendo el cambio de capital. Hay que apoyarlos:
http://www.facebook.com/groups/189178517803926
http://www.facebook.com/group.php?gid=63478346494
http://www.facebook.com/group.php?gid=61903643761
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