Por: Rubén Vega
Fecha de publicación: 03/02/05
El fenómeno de metropolización de Caracas ha rebasado su capacidad física, es decir, Caracas no puede seguir siendo el gran imán que atrae gente e inversiones porque su geografía ya no lo permite, y además, fue víctima de un pésimo control urbano a pesar de contar con algunos planes.
Esta situación se refleja en los problemas de los servicios públicos y principalmente en el caos del tránsito terrestre. Esto afecta seriamente la eficiencia de las diversas labores que se realizan al verse frenados los flujos de personas, materiales e información. Uno de las labores mas afectadas es la administración pública la cual presenta bajo índice de eficiencia por los graves problemas de movilización lo cual hace que el día "rinda poco".
Irónicamente es la administración publica nacional la actividad que mayor influye en el fenómeno de "metrópolis" que no es otro que el de concentrar población y servicios en una espiral creciente que parece no terminar. Por otra parte, el resto de las ciudades de Venezuela presenta un crecimiento físico, poblacional y económico muy por debajo al de la capital de la república. Es asombroso comprobar que todos los habitantes del país tienen al menos un familiar en Caracas y casi todos los caraqueños tienen abuelos no caraqueños.
El desarrollo de muchos estados ha sido mínimo, no cuentan con servicios especializados, por lo cual se hace necesario acudir hacia las principales ciudades del país, y en algunos casos, solo hacia Caracas. El desarrollo regional está afectado por dos factores fundamentales, una débil política de descentralización económica y la existencia de una gran metrópolis en la cual se concentra la dirigencia política, financiera y cultural del país.
La única decisión audaz que ha tomado el gobierno nacional para enfrentar el problema del crecimiento desmedido de Caracas fue cuando se emprendió la descentralización industrial en los años 70, se trazó una política de sacar de Caracas hacia Maracay y Valencia las grandes industrias, lo cual ayudó, sin duda, a evitar un caos que era inminente.
Ahora toca una nueva cruzada para salvar a Caracas del desbarajuste en el cual está sumergido y además a contribuir con el desarrollo del resto del país, y es mediante el desplazamiento de la actividad gubernamental central hacia otro lugar del país. Al quedar Caracas sin la presidencia y los ministerios, implicaría en primer lugar, el traslado de muchos trabajadores hacia la nueva capital, así como también de personas y empresas ligadas a la actividad gubernamental, como son contratistas, asesores, suministradores de bienes y servicios, etc. En segundo lugar, comenzaría un proceso de ajustes y reubicación de actividades en Caracas que permitirá disponer de mas espacios para los que se quedan en la ciudad, lo cual se reflejará en mejor despliegue de actividades y agilización del tránsito terrestre.
Indudablemente que hay que hacer grandes inversiones en las nuevas estructuras que albergarán al ejecutivo nacional y en las residencias de los funcionarios. Hay que elaborar un plan a mediano plazo (5-8 años) para efectuar las obras que implique este traslado. Es fácil demostrar que la inversión tendrá una rápida tasa de retorno, los beneficios que traerá se pueden traducir en recursos económicos que indicarán el "buen negocio" que representa la decisión. Por todos es conocido el caso de Brasilia, que ayudo a bajar la presión poblacional y económica de Río de Janeiro en los años 60, y hoy Brasil goza de una cómoda capital y Río sigue siendo el corazón económico, cultural y turístico. El asunto a discutir no es si vale o no la pena mudar la capital, porque está claro los beneficios tanto para la ciudad de Caracas como para la actividad gubernamental, el asunto a discutir es ¿ donde se ubicará la capital?.
Desde hace años se ha venido manejando el criterio de ubicar la capital en el centro geográfico del país, este punto es Caicara del Orinoco. De esta manera, el gobierno nacional estaría ubicado en un punto donde dominaría con relativa cercanía a todo el país, y por otra parte, para los habitantes de todo el país le quedaría relativamente cerca la capital. Esto traería como consecuencia reducción en gastos de traslados, y lo mas importante, atraería población e inversiones hacia el centro y sur del país. Una propuesta similar ha hecho el diputado Santiago De León al sugerir que la capital sea Ciudad Bolívar, argumentando parte de lo anterior, la existencia de abundantes recursos naturales y el importante rol que tuvo en la historia.
Pero existen otros aspectos a considerar, y es la importancia de mantenerse cerca de los centros económicos del país y además formar parte de un eje de desarrollo. En vez de estar en el centro geográfico del país, debería estar cerca del centro de gravedad poblacional, o sea, en el punto donde se equilibre la población del Este con la del Oeste y la del Sur con la del Norte, este punto es el norte del estado Cojedes, pero hay que considerar otros aspectos, como lo es el hecho de tener fácil acceso hacia los diversos puntos cardinales del país, por lo cual debe estar cerca de una encrucijada nacional.
También la nueva capital debe estar integrada a un plan nacional de reordenamiento territorial, y en este aspecto ya está planteada la estrategia de desarrollar el eje llanero-norte, que incluye la construcción de una autopista desde Tinaco (Cojedes) hasta Anaco (Anzoátegui) pasando por Valle de La Pascua. Por lo expuesto, sería interesante considerar la ubicación de la capital al norte del estado Guarico, en la futura encrucijada que formará la autopista del norte llanero y la vía Maracay - San Fernando de Apure. En este punto hay un centro poblado denominado Dos Caminos cercano a Ortiz, allí se cuenta con la cercanía del embalse de Calabozo y suficiente espacio para crecer sin obstáculos naturales.
Considero importante y necesario iniciar un foro nacional donde se propongan opciones para ubicar la nueva capital de Venezuela y debatirla ampliamente hasta lograr un consenso, antes de que se promulgue una Ley que defina la capital del futuro.
*Urbanista egresado de la USB en 1985
RubenVega@intercable.net.ve
Fecha de publicación: 03/02/05
El fenómeno de metropolización de Caracas ha rebasado su capacidad física, es decir, Caracas no puede seguir siendo el gran imán que atrae gente e inversiones porque su geografía ya no lo permite, y además, fue víctima de un pésimo control urbano a pesar de contar con algunos planes.
Esta situación se refleja en los problemas de los servicios públicos y principalmente en el caos del tránsito terrestre. Esto afecta seriamente la eficiencia de las diversas labores que se realizan al verse frenados los flujos de personas, materiales e información. Uno de las labores mas afectadas es la administración pública la cual presenta bajo índice de eficiencia por los graves problemas de movilización lo cual hace que el día "rinda poco".
Irónicamente es la administración publica nacional la actividad que mayor influye en el fenómeno de "metrópolis" que no es otro que el de concentrar población y servicios en una espiral creciente que parece no terminar. Por otra parte, el resto de las ciudades de Venezuela presenta un crecimiento físico, poblacional y económico muy por debajo al de la capital de la república. Es asombroso comprobar que todos los habitantes del país tienen al menos un familiar en Caracas y casi todos los caraqueños tienen abuelos no caraqueños.
El desarrollo de muchos estados ha sido mínimo, no cuentan con servicios especializados, por lo cual se hace necesario acudir hacia las principales ciudades del país, y en algunos casos, solo hacia Caracas. El desarrollo regional está afectado por dos factores fundamentales, una débil política de descentralización económica y la existencia de una gran metrópolis en la cual se concentra la dirigencia política, financiera y cultural del país.
La única decisión audaz que ha tomado el gobierno nacional para enfrentar el problema del crecimiento desmedido de Caracas fue cuando se emprendió la descentralización industrial en los años 70, se trazó una política de sacar de Caracas hacia Maracay y Valencia las grandes industrias, lo cual ayudó, sin duda, a evitar un caos que era inminente.
Ahora toca una nueva cruzada para salvar a Caracas del desbarajuste en el cual está sumergido y además a contribuir con el desarrollo del resto del país, y es mediante el desplazamiento de la actividad gubernamental central hacia otro lugar del país. Al quedar Caracas sin la presidencia y los ministerios, implicaría en primer lugar, el traslado de muchos trabajadores hacia la nueva capital, así como también de personas y empresas ligadas a la actividad gubernamental, como son contratistas, asesores, suministradores de bienes y servicios, etc. En segundo lugar, comenzaría un proceso de ajustes y reubicación de actividades en Caracas que permitirá disponer de mas espacios para los que se quedan en la ciudad, lo cual se reflejará en mejor despliegue de actividades y agilización del tránsito terrestre.
Indudablemente que hay que hacer grandes inversiones en las nuevas estructuras que albergarán al ejecutivo nacional y en las residencias de los funcionarios. Hay que elaborar un plan a mediano plazo (5-8 años) para efectuar las obras que implique este traslado. Es fácil demostrar que la inversión tendrá una rápida tasa de retorno, los beneficios que traerá se pueden traducir en recursos económicos que indicarán el "buen negocio" que representa la decisión. Por todos es conocido el caso de Brasilia, que ayudo a bajar la presión poblacional y económica de Río de Janeiro en los años 60, y hoy Brasil goza de una cómoda capital y Río sigue siendo el corazón económico, cultural y turístico. El asunto a discutir no es si vale o no la pena mudar la capital, porque está claro los beneficios tanto para la ciudad de Caracas como para la actividad gubernamental, el asunto a discutir es ¿ donde se ubicará la capital?.
Desde hace años se ha venido manejando el criterio de ubicar la capital en el centro geográfico del país, este punto es Caicara del Orinoco. De esta manera, el gobierno nacional estaría ubicado en un punto donde dominaría con relativa cercanía a todo el país, y por otra parte, para los habitantes de todo el país le quedaría relativamente cerca la capital. Esto traería como consecuencia reducción en gastos de traslados, y lo mas importante, atraería población e inversiones hacia el centro y sur del país. Una propuesta similar ha hecho el diputado Santiago De León al sugerir que la capital sea Ciudad Bolívar, argumentando parte de lo anterior, la existencia de abundantes recursos naturales y el importante rol que tuvo en la historia.
Pero existen otros aspectos a considerar, y es la importancia de mantenerse cerca de los centros económicos del país y además formar parte de un eje de desarrollo. En vez de estar en el centro geográfico del país, debería estar cerca del centro de gravedad poblacional, o sea, en el punto donde se equilibre la población del Este con la del Oeste y la del Sur con la del Norte, este punto es el norte del estado Cojedes, pero hay que considerar otros aspectos, como lo es el hecho de tener fácil acceso hacia los diversos puntos cardinales del país, por lo cual debe estar cerca de una encrucijada nacional.
También la nueva capital debe estar integrada a un plan nacional de reordenamiento territorial, y en este aspecto ya está planteada la estrategia de desarrollar el eje llanero-norte, que incluye la construcción de una autopista desde Tinaco (Cojedes) hasta Anaco (Anzoátegui) pasando por Valle de La Pascua. Por lo expuesto, sería interesante considerar la ubicación de la capital al norte del estado Guarico, en la futura encrucijada que formará la autopista del norte llanero y la vía Maracay - San Fernando de Apure. En este punto hay un centro poblado denominado Dos Caminos cercano a Ortiz, allí se cuenta con la cercanía del embalse de Calabozo y suficiente espacio para crecer sin obstáculos naturales.
Considero importante y necesario iniciar un foro nacional donde se propongan opciones para ubicar la nueva capital de Venezuela y debatirla ampliamente hasta lograr un consenso, antes de que se promulgue una Ley que defina la capital del futuro.
*Urbanista egresado de la USB en 1985
RubenVega@intercable.net.ve
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